Día 23: Vacío

Introducción

Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús, el cual, aunque existía en forma de Dios, no consideró el ser igual a Dios como algo a qué aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, haciéndose semejante a los hombres. Y hallándose en forma de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. Filipenses 2: 5-8
Muchas personas pasan por temporadas de la vida en las que se sienten vacías, insatisfechas, planas, aburridas, huecas o desconectadas. Los compositores han descrito este sentimiento con las palabras, "Nada importa realmente". Así que sabemos que la lucha por sentirse vacío no es poco común, pero puede ser muy desconcertante e incluso aterradora.
Para algunas personas, el vacío es una sensación de larga duración. Siempre se han sentido desconectados, como si les faltara algo, o como si tuvieran un vacío dentro de ellos. Otros se sorprenden por este sentimiento, generalmente después de años de logros personales y aparente éxito como el Rey Salomón, quien escribió,"Vanidad de vanidades, dice el Predicador, vanidad de vanidades, todo es vanidad." (Eclesiastés 1:2).
El mundo, nuestra carne y el diablo nos aseguran continuamente que podemos encontrar satisfacción y llenar el vacío nosotros mismos; sólo necesitamos más cosas, nuevas y mejores. O necesitamos trabajar más duro y lograr más para que podamos tener mejores vacaciones y experiencias más emocionantes. Y si eso no funciona, los abundantes anuncios y vallas publicitarias tratan de persuadirnos para que probemos esta o aquella píldora para aliviar nuestros sentimientos de vacío. O si no nos gustan las píldoras, podríamos considerar la miríada de redes, estaciones, videos y podcasts que nos animan a llenar el vacío con más niños, familia, amigos, ministerio, actividad, películas, música, comida, alcohol, deportes, sexo, noticias, política, moda o juegos. Lamentablemente, aunque estas cosas no son necesariamente malas, si buscamos llenarnos con ellas, nos quedaremos sintiéndonos descorazonados, todavía queriendo más, entumecidos y exhaustos de la búsqueda.
Querido amigo, ¡hay otra manera, una mejor manera de abordar sus sentimientos de vacío! ¡Si hoy te sientes vacío, puedes mirar a Jesús y estar lleno y satisfecho en Él!
Tal vez estés pensando: "Creo en Jesús, pero aún me siento vacío". Amigo, hay una diferencia entre creer simplemente (tener conocimiento en la cabeza) y estar lleno de Cristo. Santiago escribió,“Tú crees que Dios es uno. Haces bien; también los demonios creen, y tiemblan.” (Santiago 2:19) Como cristianos, no sólo creemos en Jesús; Él es nuestra vida (Colosenses 3:4).
Si quieres deshacerte de tus sentimientos de vacío y experimentar la plenitud que hay en Cristo, sólo tienes que mirar a Jesús y contemplar Su cruz donde sufrió por tu pecado, donde se vació para llenarte (Efesios 3:19). Ven y eleva tu corazón a Él y recibe todo el amor, la vida, la sanación y la plenitud que fluye de Él.
Jesús fue a la cruz y se vació completamente para que tu puedas recibir el Espíritu Santo (Gálatas 3:14) y todo lo que necesitas para la vida y la piedad (2 Pedro 1:3). Él derramó Su vida para llenar la tuya con Su asombroso amor (1 Juan 3:1), abundante alegría (1 Pedro 1:8), y la paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7).
Mirando a Jesús