¿Has recibido la noticia de que tú o alguien que amas tiene una enfermedad terminal? En tu dolor, mira a Jesús. Mientras navegas el viaje que tienes por delante, llama a Aquel que ha muerto tu muerte y te ha liberado del miedo a lo que te espera (Salmo 18:28-36, Salmo 130:1-8).
Jesús te ama; te acompañará a ti y a los que amas a través de este tiempo de sufrimiento (Isaías 40:11). Podemos estar asustados por la enfermedad y la muerte, pero cuando miramos a Jesús, lo vemos a Él de pie por nosotros, diciendo, “No temas, yo soy el primero y el último, y el que vive, y estuve muerto; y he aquí, estoy vivo por los siglos de los siglos...” (Apocalipsis 1:17-18).
¿Ha muerto alguien a quien amas de forma inesperada? Abortos espontáneos, mortinatos, muertes infantiles, accidentes, homicidios, aneurismas, ataques cardíacos, embolias y muchas otras cosas nos quitan a nuestros seres queridos de repente cada día. Es impactante y difícil aceptar pérdidas tan dramáticas, pero podemos encontrar consuelo y coraje en el evangelio de Jesucristo.
Para consolar y animar a los creyentes de Tesalónica que sufrían la pérdida de sus seres queridos, Pablo escribió, “Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también Dios traerá con El a los que durmieron en Jesús.” (1 Tesalonicenses 4:14). Jesús ha vencido a la muerte, y todos los que "duermen" en Él son escoltados a la eternidad por su Esposo de amor y vida eterna. Habla este mensaje de esperanza en la muerte y resurrección de Jesús a tu corazón, amigo, y anima a otros con él.
El duelo es un trabajo duro, desconcertante y angustioso, pero si llevamos en nuestros corazones y mentes la muerte de Cristo, entonces experimentaremos y veremos Su vida de resurrección manifestada en nosotros. En la cruz, Jesús fue aplastado y destruido para que tu fueras sanado y estuvieras seguro por la eternidad. Jesús conoce íntimamente tu dolor; Él estará pendiente de ti a través del dolor.
Mira a Jesús ahora. Mira que descendió hasta la muerte en la cruz de un criminal para elevarte más alto, querido creyente. Él te ha sacado del reino de la muerte y te ha sentado en lugares celestiales. La muerte y el dolor no pueden derrotarte porque Jesús los ha superado por ti. Mira a Jesús y permite que Su amor sacrificial te consuele y te lleve a través de tu tiempo de pérdida.
“Porque no nos ha destinado Dios para ira, sino para obtener salvación por medio de nuestro Señor Jesucristo, que murió por nosotros, para que ya sea que estemos despiertos o dormidos, vivamos juntamente con El.” (1 Tesalonicenses 5:9-10).
Pregunta: ¿Cómo el ver la muerte expiatoria de Jesús en la cruz y Su resurrección victoriosa anima tu corazón cuando piensas en la muerte física?
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Gary escribe, "Sabiendo que Jesús venció a la muerte, a través de Su muerte y resurrección, para que nosotros no tuviéramos que morir. La muerte física es con nuestro cuerpo. La muerte espiritual no ocurre, porque Jesús la destruyó para todos los que creen, y vamos directamente a la gloria con Dios por toda la eternidad."
Judy escribe,"Querido Señor, te ruego que me ayudes a mantener siempre mis ojos enfocados en todo lo que tu hijo sufrió por mí para que pueda tener la salvación, y sabiendo que la muerte es sólo el comienzo de una nueva vida, no el final. Ayúdame a mantener mi confianza en ti en toda la vida y la muerte. Amén."
Larry escribe, "Básicamente elimina la preocupación, el miedo, la aprensión, la ceguera y la duda que viene con el mal de la muerte y el pecado! ¡Jesús venció a la muerte y podemos descansar en sus brazos para siempre!"
Mike L. escribe,"Como creyente que piensa en esto trae tanta alegría a mi corazón, estoy tan ansioso por ver a Jesús cara a cara, ¡sin que nada me impida adorarlo con todo mi ser! Anhelo el día en que ya no tenga que luchar contra el pecado, sólo el amor puro por mi Salvador. ¡Gracias, Jesús, por haberle dado muerte al miedo a la muerte al levantarte de la tumba!"