Lección 2 - Lavarnos en la Cruz

Preguntas 1 y 2

Saludos y bienvenido a tu curso. ¡Qué bueno tenerte aquí hoy!
Aprendimos en nuestra lección anterior acerca de la necesidad de un cambio de corazón. Si no cambiamos nuestro corazón iremos de un programa al otro, estudiando y aprendiendo, poniendo toda clase de filtros y programas de rendición de cuentas, pero seguiremos cayendo y fallando. Un cambio de corazón es el remedio para esto.
Entonces, ¿cómo consigo que mi corazón cambie?
Pues bien, empezaremos a responder esa pregunta en esta lección; pero primero, déjame compartirte que antes de que yo recibiera mi cambio de corazón, yo estaba tan metido en la impureza que había arruinado mi primer matrimonio y andaba en camino a destruir el segundo. Pero Dios tenía otros planes. Por medio de una serie de eventos, mi esposa Jody y yo estábamos en una iglesia donde el pastor también era un consejero bíblico (Pastor Will Lohnes). Empezamos a asistir de manera regular y a ir a consejería.
Lo que mi pastor hizo para ayudarme fue como ninguna otra consejería que había recibido. ¡Él me ayudó a ver el Evangelio! Te compartiré más de esta historia a medida que avancemos en el curso.
Por ahora, es suficiente decir que Dios ha cambiado y sigue cambiando mi corazón. Mi matrimonio se ha tornado mucho más fuerte, y mi corazón es libre. Y aunque Dios usó a mi pastor y a otros en el camino, la gloria de mi transformación es sólo para Dios porque Él es el único que puede cambiar un corazón humano.
Estoy contento de que hayas llegado a este curso y estoy orando para que sea un medio de la gracia de Dios en tu vida, pero entiende esto: ningún programa, amigo, mentor, pastor, etc., puede cambiar tu corazón, sólo Dios puede hacerlo. Vuélvete a Él y pídeselo- Él lo hará, a Su tiempo.

Pregunta 1. ¿Estás viendo la necesidad de un cambio de corazón y le estás pidiendo a Dios que lo haga?

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Recuerda que en la primera lección escuchamos a David suplicar para que Dios lo lavara y lo limpiara de su pecado (Salmos 51:7). Esta limpieza del alma es lo que nosotros necesitamos también. Necesitamos experimentar una limpieza profunda, un lavamiento de regeneración (Tito 3:5), una purificación de nuestros corazones (Tito 2:14).
La razón para esto es porque la pornografía y la impureza sexual son contaminantes; ambas dejan manchas oscuras en nuestras almas, como tinta negra en un lienzo. El pecado sexual brilla y seduce, pero una vez consumido, nos deja llenos de vergüenza y culpa.
Y esa culpa por el pecado es como una marea que nos arrastra de vuelta al océano del pecado. Esto es exactamente lo que los grupos de rehabilitación mundanos buscan vencer al “seguir el programa” y alcanzar el paso final, para que podamos sentirnos mejor con nosotros mismos y funcionar mejor. Pero Dios nos ha dado en Jesús Su Hijo un camino que cambia el corazón y transforma vidas, y me emociona sobremanera compartirlo contigo.
Hoy vamos a discutir el primero de tres principios fundamentales para obtener libertad. Este principio es también primero en importancia (1 Corintios 15:1-4) porque sin él no hay esperanza real de liberación.
Este primer principio es llamado “Lavarnos en la Cruz”. El Rey David oró para ser limpiado de su contaminación, ser lavado y hecho nuevo, y esa oración fue literalmente respondida años después cuando Jesús vino a esta tierra, cargó el pecado de David sobre Sí mismo y murió bajo el castigo de ese pecado; por ende, proveyendo una fuente de limpieza que removió el pecado.
Lo que quiero que entendamos en esta lección es que cuando vemos la cruz de Jesús y creemos que Él está muriendo por nuestros pecados, somos lavados y salvados (Tito 3:5) para la eternidad (Juan 3:16); y por eso no vamos a la cruz solo por salvación; no es un evento de una sola vez, ¡tenemos que ir a la cruz diariamente! (Lucas 9:23).
Y es posible que tú y yo hayamos permanecido atrapados en impureza porque estuvimos andando sucios y contaminados, no sabiendo cómo ser limpiados. El mensaje clave es: ¡cuando somos lavados también somos liberados!
Miremos hoy este pasaje de las Escrituras que muestra la función real de la cruz:
Zacarías 13:1-2 (NVI) “En aquel día se abrirá una fuente para lavar del pecado y de la impureza a la casa real de David y a los habitantes de Jerusalén. (2) En aquel día arrancaré del país el nombre de los ídolos, y nunca más volverán a ser invocados – afirma el Señor Todopoderoso -. También eliminaré del país a los profetas y la impureza que los inspira.

Pregunta 2. ¿Qué es lo que limpiaría la gente de la impureza y removería la idolatría de la tierra?

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