El tercer principio fundamental es “Batallar Contra la Carne”, y hoy quiero ver contigo cómo ganar esta batalla contra nuestra lujuria y sus pasiones. En la lección previa, vimos que debemos consultar al Señor cuando vayas a la batalla, como Josafat hizo cuando encaró un ejército inmenso y más poderoso que él (2 Crónicas 20:1-29), y en esta lección, ¡tenemos que consultarle en Su Palabra para aprender cómo pelear nuestra propia batalla!
Mientras nos aproximamos a este tópico, recordemos que los caminos de Dios no son los del hombre. ¡Como cristianos, aprendemos cómo pelear mirando a la cruz de Jesucristo! Cuando venimos a la cruz y meditamos en ella no solamente aprendemos cómo pelear, sino se nos da fortaleza espiritual, ¡realmente el poder para pelear a muerte! Cuando miramos a la cruz no solamente vemos que somos perdonados por nuestro pecado, sino que aprendemos cómo pelearlo. ¡Este es tu llamado, soldado!
Sí, la cruz nos enseña todo lo que necesitamos saber acerca de cómo ganar esta batalla contra la pornografía y la impureza sexual de toda clase. Entonces veámoslo juntos.
Por años había aprendido a hacer la paz con mi propia lujuria y simplemente rendirme a ella. Yo me entregaba a mis enemigos y disfrutaba de mi pecado. Era como si caminara en el campo de batalla y gritara: “¡Aquí estoy, llévame prisionero!” ¡Qué cosa tan horrible para un soldado de Cristo!
Dios ahora me ha entrenado para la batalla y me ha enseñado cómo hacer la guerra contra mi lujuria. “Bendito sea el Señor, mi Roca, que adiestra mis manos para la guerra, mis dedos para la batalla” (Salmos 144:1). Quiero que Él haga esto por ti también. ¡Esto es guerra soldado, tiempo de pelear!
Cuando miramos a la cruz vemos a nuestro General en batalla ganar la guerra contra Satanás y el pecado. “Desarmó además a los poderes y las potestades, y los exhibió públicamente al triunfar sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2:15). ¿Ves esa frase: “al triunfar sobre ellos en la cruz”? Así es como exactamente tú y yo conseguimos la victoria también.
¿Qué significa eso? Significa que ganamos, no intentando sino muriendo. Ganamos, no a través de las enseñanzas del mundo acerca de la adicción y la rehabilitación, sino a través de la enseñanza del Evangelio acerca de la crucifixión y la resurrección.
Durante el resto de nuestro estudio de hoy quiero que examinemos y pensemos en la aplicación de un solo verso:
Romanos 8:13 (RVC) Porque si ustedes viven en conformidad con la carne, morirán; pero si dan muerte a las obras de la carne por medio del Espíritu, entonces vivirán.
Pregunta 2. ¿Cómo Romanos 8:13 nos muestra que estamos en una dificultad de vida o muerte?