Lección 21- Batallando Nuestra Carne – Orando la Palabra de Dios

Testimonio

Anthony escribe, "Los principios del curso del Campo de Entrenamiento en Pureza son esenciales para batallar contra las tentaciones de todo pecado, no sólo en el área sexual. Sobre todo, son principios eficaces porque son arraigados en la verdad de las Escrituras. Por lavarme en la cruz, pude reconectar con mi condición ante Dios. Andar en el Espíritu me ayudó a reestablecer mi caminar con Dios. Mis oraciones son diferentes ahora. Al final, han sido esenciales para mi para establecer nuevos patrones de comportamiento y de pensamiento para crear un plan de batalla eficaz para enfrentar la tentación cuando viene.
Cuando empecé este curso, el sentimiento abrumador que tenía fue que mi relación con Dios necesitaba una reforma total que empezó a pocos días del estudio. No fui transformado inmediatamente. Pero Dios lentamente empezó a cambiar mi enfoque de mí mismo a Él.
Al principio, no hice ningún esfuerzo para mantener el contacto diario con mi mentor o para completar las lecciones. Pero al ser más consistente, noté poco a poco una transformación en mi vida. Vi cómo el venir y quedarme al pie de la cruz es tan necesario para mantenerme cerca de Dios. Necesitaba recordatorios diarios de la condición desesperada de mi pecado. La pornografía, la auto-gratificación, y las fantasías inmorales habían destrozado mi camino con Dios. Estas actividades pecaminosas prohibieron la intimidad con Dios y me estorbaron la vista a la obra maravillosa de Dios en mi vida y en las vidas de los otros.
Luego comencé a lavarme en la cruz, y empecé a ver a Jesús en vez de mí mismo. Me acordé del gran sacrificio que hizo Jesús, y mi corazón se hizo más sensible al mensaje de la cruz. Comencé a ver la necesidad de quedarme al pie de la cruz, de no considerarme más alto que lo que debo, sino de considerar a Jesús y el gran amor que tiene por mí para dar vuelta del pecado que me estorbaba.
He pasado tantos años en el pecado, 35 de ellos como discípulo de Jesús. Tuve que reconocer que mientras no tenía las respuestas para liberarme del pecado sexual, Dios sí, las tenía. Dios diseñó la naturaleza de Su relación con nosotros para reconciliación por la cruz. Sabía que yo la necesitaba y la ofreció gratuitamente para volver a Él.
Por las últimas semanas, he estado más en armonía con la voluntad del Espíritu en mi vida. He estado leyendo y meditando más en las Escrituras que en el pasado. Mi fe todavía necesita crecer más. Todavía necesito meditar más y más en la Palabra de Dios y vivir de acuerdo con la verdad que me revela.
Hace seis meses que no he mirado la pornografía. No he intentado verla, y he sido transparente cuando vinieron las tentaciones. Represente un cambio significativo en los patrones de mi comportamiento. Antes miraba la pornografía habitualmente durante el día; estaba tan fuera del control que aún la miraba cuando manejaba. Me llevaba a algunos de los lugares más oscuros, pero ahora, ya no es una tentación ardiente en mi corazón y mente.
Pero, de todos los cambios que han ocurrido en los últimos meses, el cambio más esencial es que mi relación con Dios ha sido renovada. Ha tenido el impacto más grande en mi vida. Me levanto en la mañana deseoso por mi tiempo con Dios. Por mucho tiempo, mi prioridad en la mañana era llegar al gimnasio a las 4:45, y luego salir a trabajar. Me mentía, diciéndome que pasaría tiempo más tarde en las Escrituras y la oración. Claro que nunca sucedió. Tal vez estoy menos de forma físicamente que cuando comencé a poner más atención a mi vida espiritual, pero estoy en una condición espiritual mucho mejor.
Aprecio más que todo cuán profundamente arraigadas son las lecciones en verdades espirituales. El poder de la Palabra de Dios para cambiar el corazón sobrepasa cualquier programa diseñado por el hombre."
Campo de Entrenamiento en Pureza