Día 14: Desanimado

Ilustración

María y Marta eran amigas de Jesús, y en Juan 11, nos enteramos de las circunstancias que rodearon la muerte de su hermano Lázaro. Jesús vino al funeral, y María no salió a verlo. Marta le dijo a Jesús, “si hubieras estado aquí, mi hermano no habría muerto.” (Juan 11:21). Ambas hermanas estaban sin duda enfadadas con Jesús y desanimadas, creyendo que Jesús podría haber curado a Lázaro si hubiera venido antes.
Jesús le dijo a Marta que su hermano resucitaría, y Marta respondió con la típica comprensión judía de una resurrección al final de los tiempos: “Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día final.” (Juan 11:24). Jesús le dijo a Marta, y nos dice hoy, que Él mismo es la resurrección, y que el poder de la resurrección está disponible hoy, ahora mismo, para todos los que creen. “Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque muera, vivirá, y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás.” (Juan 11:25-26).
Amigo, Jesús no sólo murió para hacerte justicia con Dios, sino que ha resucitado de entre los muertos, y ahora está vivo para siempre. ¡El poder de la resurrección es para ti, ahora mismo, hoy! Un creyente nunca está desesperado porque caminamos con Uno que es la resurrección y la vida, Uno que siempre vive para interceder por nosotros, y porque Él vive podemos enfrentar el mañana! ¡Mira a Jesús, y encuentra en Él su esperanza viva! “según su gran misericordia, nos ha hecho nacer de nuevo a una esperanza viva, mediante la resurrección de Jesucristo de entre los muertos” (1 Pedro 1:3).
Mirando a Jesús