Día 16: Rechazado

Ilustración

En Mateo 26 y Juan 12, podemos leer el relato de María de Betania, la hermana de Marta y Lázaro, que entendió el mensaje de la cruz, que ella, aunque pecadora, fue perdonada, amada y aceptada por Dios, a través de la muerte de Jesús que se acercaba. Así que tomó un frasco de costoso ungüento y lo rompió, derramando el contenido sobre Jesús en preparación para Su entierro. Pero no todos apreciaban a María o su sacrificio.
"Cuando los discípulos vieron esto, se indignaron. "¿Por qué este desperdicio?", preguntaron. Este perfume podría haberse vendido a un precio elevado y el dinero dado a los pobres'" (Mateo 26:8-9).
Estos discípulos no entendieron aún la misión de Jesús, así que rechazaron a María y despreciaron su ofrenda y expresión de amor por Jesús. Pero Jesús, que fue rechazado repetidamente por el hombre y que se enfrentaba a la cruz y al rechazo de Dios, se apresuró a defender a María:
Consciente de ello, Jesús les dijo: "¿Por qué molestan a esta mujer? Ella me ha hecho una cosa hermosa. Los pobres siempre estarán contigo, pero no siempre me tendrán a mí. Cuando derramó este perfume sobre mi cuerpo, lo hizo para prepararme para el entierro. En verdad os digo que dondequiera que se predique este evangelio en el mundo, se contará también lo que ella ha hecho, en memoria de ella" (Mateo 26:10-13).
Como María, nos enfrentaremos al rechazo en esta vida, pero podemos mirar a Jesús cuando sea rechazado, y estar seguros de que estará con nosotros a través de todo. Él nos ve, nos recuerda y viene en nuestra defensa cuando somos rechazados.
Mirando a Jesús