Ser corto de vista significa que no podemos ver desde lejos; solo podemos ver de cerca. Este pasaje se refiere al que se ha vuelto a sí mismo, que solo ve y piensa de manera egoísta, que está ciego al trabajo de Cristo. ¡Alguien que ha olvidado el trabajo de limpieza hecho por la cruz!
Entonces, debido a nuestra tendencia de olvidar la cruz, nos volvemos inútiles e improductivos en nuestra vida cristiana. Pedro concluye esta sección de su libro diciendo:
2 Pedro 1:12-13 (NVI) Por eso siempre les recordaré estas cosas, por más que las sepan y estén afianzados en la verdad que ahora tienen. (13) Además, considero que tengo la obligación de refrescarles la memoria mientras viva en esta habitación pasajera que es mi cuerpo.
¿Ves la importancia de ser recordado del trabajo de Cristo por nosotros?
Este pasaje nos enseña la importancia de renovar nuestra visión de la cruz, de girar para “ver” a Cristo crucificado y “mirar” lo que Él ha logrado por nosotros en la cruz. Para nosotros a los que la pornografía y otras formas de impureza sexual nos han quitado la visión, esto es una necesidad absoluta. Debemos volvernos al Señor y recordar Su muerte. Debemos lavarnos en la cruz si queremos experimentar libertad y crecimiento espiritual.
Miremos una ilustración de esto en el Antiguo Testamento.
Cuando leemos la historia de Israel en la Biblia, podemos aprender muchas lecciones maravillosas de las cosas que ellos experimentaron (1 Corintios 10:11). Durante su travesía por el desierto en ruta a la Tierra Prometida, los israelitas encararon muchos problemas, cada uno de ellos resemblando nuestro andar por este mundo en nuestro camino hacia el cielo.
En un punto del camino, los israelitas tuvieron hambre y sed y empezaron a quejarse. Ellos murmuraron contra Dios y contra sus líderes. En respuesta, Dios les envió serpientes venenosas. Éstas los mordieron, muchos murieron y otros estaban a punto de morir. Moisés le suplicó a Dios y Él le entregó la solución:
Números 21:8-9 (NVI) Y el Señor le dijo: “Hazte una serpiente, y ponla en una asta”. Todos los que sean mordidos y la miren vivirán. (9) Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en una asta. Los que eran mordidos miraban a la serpiente de bronce y vivían.
Pregunta 3. ¿Qué tuvieron que hacer los israelitas para ser libres del veneno de las serpientes?
Qué solución tan extraña para el problema con las mordidas de serpiente, ¿no cierto? ¿Volverse y mirar a una serpiente en un madero? Los caminos de Dios siempre son más altos que los nuestros, y algunas veces estos caminos no tienen sentido para nosotros. “Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!” (Isaías 55:9 NVI).
Me puedo imaginar a algunos de los israelitas mordidos por las serpientes escuchando este mensaje y pensando: “Qué solución tan ridícula. ¡Todo el mundo sabe que se debe examinar la herida, cortarla y drenar el veneno!” Algunos pudieron haberse burlado de la solución y murieron por ello.
¿Y qué estaba Dios enseñando aquí? Logramos algo de entendimiento cuando leemos la interpretación de Jesús a este pasaje:
Juan 3:13-15 (NVI) Nadie ha subido jamás al cielo sino el que descendió del cielo, el Hijo del hombre. (14) “Como levantó Moisés la serpiente en el desierto, así también tiene que ser levantado el Hijo del hombre, (15) para que todo el que crea en Él tenga vida eterna”.
Ahora vemos que la serpiente levantada en una asta apuntaba hacia lo que iba a ser la cruz.
Pregunta 4. ¿A qué apuntaba el mensaje de “volverse y mirar” (Números 21:8), de acuerdo a las palabras de Jesús en Juan 3:15?
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