Lección 18 - Lavándonos en la Cruz/Viendo a Jesús

Pregunta 5

Ahora, fíjate en algo adicional que vemos cuando miramos a la cruz:
  • ¡Tu pecado es removido!
Juan 1:29 (NVI) Al día siguiente Juan vio a Jesús que se acercaba a él, y dijo: “¡Aquí tienen al cordero de Dios, que quita el pecado del mundo!”.
Mira a Jesús en la cruz, ¡y le verás quitándote todo tu pecado! Toda pornografía, impureza sexual, decepción, cada cosa malvada que hayas hecho, dicho, pensado o imaginado fue puesta en Jesús, ¡y Él la remueve de ti!
Amigo(a), piensa en eso, tu pecado ya no es tuyo. Fue puesto en Jesús como si Él hubiera pecado. Al ponerlo en Jesús, ¡Dios lo removió de ti!
Esto es lo que Dios estaba ilustrando cuando, en el Día de Expiación, Él le pedía al sacerdote que pusiera sus manos en la cabeza de un cordero (el chivo expiatorio) para que en sentido figurado transfiriera todos los pecados de los israelitas a él. Luego el cordero era llevado lejos de la gente y hacia el desierto para no ser visto nunca jamás. Josefo, el historiador, grabó que la gente le insultaba, le escupía, le tiraba polvo del suelo y lo maldecía a medida que iba siendo llevado lejos.
¿Te das cuenta que tu pecado no sólo ha sido comprado sino removido de ti? “Tan lejos de nosotros echó nuestras transgresiones como lejos del oriente está el occidente” (Salmos 103:12). El Oriente y el Occidente jamás se encuentran, están infinitamente separados el uno del otro, y esta es la manera de Dios de mostrarte que jamás te encontrarás con tus pecados otra vez – ¡nunca más!

Pregunta 5. Por favor explica lo que se siente ver a Jesús llevándose tus pecados en Sí mismo y llevándolos lejos de ti para siempre.

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Continuaremos esta línea de estudio en la próxima lección, pero por ahora, déjame hacerte un resumen. Cuando miramos a la cruz y consideramos el trabajo de Cristo, vemos que Jesús nos ha salvado de la ira de Dios y removió nuestros pecados. Esta es la manera que Dios diseñó tu libertad: tenemos que mirar a la cruz para ver lo que pasa allí y creer el mensaje del Evangelio.
Puedes poner tu fe en lo que ves en la cruz, abrazar las buenas nuevas, regocijarte en Jesucristo y encontrar la libertad, o puedes rechazarla y permanecer en esclavitud. No hay puntos medios aquí: “El mensaje de la cruz es ciertamente una locura para los que se pierden, pero para los otros que se salvan, es decir, para nosotros, es poder de Dios” (1 Corintios 1:18). Estoy orando para que Dios te permita recibir con regocijo y que creas con deleite.

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