Saludos amigo(a) mío(a), bienvenido(a). ¡Estoy muy contento de tenerte aquí en este día de hoy! Mientras que estamos hablando acerca de batallar contra nuestra carne, es un buen momento para evaluar tu plan de batalla. Con el pasar de los años, he ajustado mi plan de acuerdo a si estaba andando en el Espíritu o si estaba gratificando las lujurias de mi carne. No hay vergüenza, solo sabiduría, cuando se hacen ajustes en medio del camino; pues siempre se van a necesitar.
Pregunta 1. ¿Cómo vas hasta ahora? ¿Estás andando en el Espíritu o en la carne? ¿Hay algo en tu plan que necesita un cambio? Si es así, ¿qué vas a cambiar?
Iniciar sesión / crear una cuenta para inscribirse o continuar desde donde quedaste
Para comenzar nuestro estudio, tomémonos un momento para pensar en las hojas de los árboles y las plantas como una ilustración del tema de hoy. Piensa en todas las diferentes clases de hojas: roble, arce, ciprés, etc. ¿Sabías que Dios no hizo las hojas por mera belleza, sino para desarrollar una función maravillosa en la salud de nuestro medio ambiente?
Dios diseñó las hojas para que “bebieran” el veneno del aire. Es verdad. Las hojas consumen gases que son venenosos para nosotros: dióxido de carbono, dióxido de azufre, y otros compuestos peligrosos. ¿Y qué crees que las hojas hacen con esos compuestos venenosos? A través de la fotosíntesis. transforman el veneno amargo en oxígeno que permite la vida. Las hojas remueven sustancias nocivas y las convierten en oxígeno para nosotros. ¡Es bastante milagroso!
Cuando estaba con la atadura de la pornografía y la impureza sexual, yo era una persona amargada. Tenía compuestos nocivos dentro de mi corazón: con una ira resentida que hervía muy dentro de mí y que algunas veces se expresaba en rabia incontrolable, la cual descargaba en todos aquellos a mi alrededor, incluyendo a las personas que más amaba.
Tal vez tú nunca has tenido una rabia incontrolable, pero la impureza sexual siempre alberga amargura en nuestros corazones. Podemos ver cómo se conectan las dos cuando vemos el ejemplo de Esaú:
Hebreos 12:15-16 (JBS) Mirando bien que ninguno se aparte de la gracia de Dios; que ninguna raíz de amargura brotando os impida, y por ella muchos sean contaminados. (16) Que ninguno sea fornicario o profano, como Esaú, que por una vianda vendió su primogenitura.
Aquí, vemos que la amargura, la inmoralidad sexual (fornicación), y ser profano, está todo agrupado en una trinidad diabólica.
Pregunta 2. De acuerdo a Hebreos 12:15 JBS, ¿qué hace la amargura en nuestras vidas?