La maldición de la Ley significa separación eterna de Dios. Debería estar claro para nosotros que Jesús nos redimió de la maldición de la Ley al ser colgado en un madero, cumpliendo la ley del Antiguo Testamento que decía: “porque es una maldición de Dios el que es colgado en un madero” (Deuteronomio 21:23 NBV). Jesús, colgado en un madero, nos sanó de nuestra enfermedad del pecado. Jesús nos liberó en un madero.
Si miras a la cruz, lo que ves es a Jesús llevando tus pecados en Su propio cuerpo. Lo ves volviéndose maldición, llevando una corona de espinas (el símbolo de la maldición) mientras colgaba del madero. Lo que Él hace al colgar de allí es absorber todos tus pecados, toda tu amargura, toda tu rabia, tu hostilidad; Él lo recibió todo mientras colgaba en la cruz.
¿Y qué ha dejado Él para ti? ¡Bendición, libertad, justicia, pureza, el Espíritu Santo, y la vida eterna! “para que en Cristo Jesús la bendición de Abrahán alcanzara a los no judíos, a fin de que por la fe recibiéramos la promesa del Espíritu”.
En la historia de Éxodo 15:22-25 Dios escogió usar un trozo de madera para convertir las aguas amargas en aguas dulces, refrescantes, consumibles. En el Evangelio, Dios escogió usar un madero para remover toda tu amargura y llenarte con Su Espíritu, Su amor, Su gracia, y Su pureza.
2 Corintios 5:21 (JBS) Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuéramos hechos justicia de Dios en Él.
Lo mejor de todo, ¿no es este árbol cortado un emblema del Salvador? Él era un árbol glorioso con muchas ramas y con su cúspide llegando hasta el cielo – Pero Él tenía que sufrir el hacha por nuestro bienestar; y ahora, contemplando Su sacrificio de expiación, y por la fe puesta en Él, los problemas de la vida y los problemas de la muerte son endulzados por Su querida cruz, la cual, aunque es un madero amargo en sí, es el antídoto para toda la amargura que viene a nosotros aquí y más allá”. – Charles Spurgeon.
Amigo(a), desde que nacemos hay toda clase de compuestos nocivos dentro de nuestros corazones, pero cuando nos metemos en impureza, la amargura nos llena hasta desbordar y así terminamos contaminando a muchos a nuestro alrededor.
Pero hay una salida, una forma de ser puros, una salida a la libertad. La manera como vencemos la amargura es venir a la cruz. Cuando miramos la cruz y creemos, experimentamos la cruz absorbiendo toda nuestra amargura, nuestros pecados, nuestra rabia, rebelión, todo se va. Jesús está tomando todo eso en Sí mismo; y como una hoja en un árbol, Él está fotosintetizando todo. ¡Él absorbe los compuestos nocivos y nos deja con pureza!
Ahora tenemos un nuevo ciclo, un ciclo virtuoso que reemplaza el círculo vicioso. Venimos y nos lavamos en la cruz, nuestra conciencia es hecha limpia, nuestro corazón es renovado, nuestra fe restaurada, aprendemos a andar en el Espíritu y así no gratificamos los deseos de nuestra carne. ¡Éste es un nuevo ciclo! ¡Y así es como vencemos la amargura!
Mira, pureza no es solo cuando dejamos de ver porno o de sumergirnos en inmoralidad sexual. Hay mucha gente que no hace ese tipo de cosas y no son siquiera cristianos.
En lugar de eso, pureza es cuando la cruz se lleva la impureza de nuestros corazones, cuando Jesús absorbe todo eso en la cruz, y cuando se nos deja con el amor liberador de Dios, el poder del Espíritu Santo, la alegría y dulce comunión con Cristo, y sin pecado que bloquee la intimidad.
Pregunta 7. ¿Puedes ver ahora la manera de ser puro y vencer la amargura que viene con la impureza? Por favor explica.
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