Lección 26 - Batallando Contra Nuestra Carne - El Matrimonio como Provisión de Dios
Pregunta 7
Si estás soltero(a) y “ardiendo” con deseo, entiende que Dios te dio este “deseo ardiente” para motivarte a que te cases. Busca al Señor con todas tus fuerzas, clama a Él en oración, y ponte en el proceso de conseguir un esposo o esposa.
Para cerrar, fijémonos en muchos de los argumentos que las personas hacen en contra de esta verdad bíblica:
Unos dicen: “Estoy muy destrozado(a) sexualmente. No creo que sea lo correcto traer a otra persona a mi desorden”. Esto es un razonamiento erróneo. 1 Corintios 7:1-9 claramente enseña que la provisión para aquellos teniendo dificultades con la impureza sexual es el matrimonio.
Otros dicen: “Así nací; no me siento atraído(a) a los/las _________”. Sí. Todos somos nacidos en pecado, pero la buena nueva es que podemos nacer de nuevo (1 Pedro 3:5) y recibir la naturaleza de Dios, los deseos de Dios, y el poder de Dios para vivir y pensar como nuevas personas (1 Corintios 6:9-11).
Y otros más dicen: “No me quiero casar. No soy bueno para eso. No me viene naturalmente”. El matrimonio es desafiante para todos. Todos tenemos una carne que es débil, egoísta y demandante, pero la vida cristiana no es una vida natural. Es una vida sobrenatural, andando por el poder del Espíritu de Dios: “Al darles Dios Su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que demanda la ley o por la fe con la que han aceptado el mensaje?” (Gálatas 3:5).
Cristo murió para recibir Su esposa, y nosotros también tenemos que morir a nuestro propio razonamiento y excusas; y al morir, recibir la esposa(o) que Dios tiene para nosotros y aprender a vivir en amor con aquel que Dios ha provisto.
Si estás casado(a), este es un buen momento, si no lo has hecho ya, para discutir estas cosas con tu esposo(a).
Resumen: Todo asunto se resolverá mediante el testimonio de dos o tres testigos (2 Corintios 13:1). Dios ha establecido esta verdad en el principio con Su creación de Adán y Eva, de nuevo con Cristo y Su esposa; y finalmente, a través de la enseñanza de 1 Corintios 7:1-9. Todos esos puntos mostrando el matrimonio como provisión de Dios.