Dios es bastante claro en Su Palabra de que es mejor casarse que arder de pasión, hasta el punto de caer a las tentaciones de Satanás. Es mejor casarse que masturbarse. Es mejor casarse que engancharse en otra forma de actividad sexual, porque el matrimonio es la provisión de Dios para el fuerte deseo sexual.
Pregunta 5. ¿Por qué es el matrimonio la provisión para los que “arden” de pasión?
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Dios otorgó el matrimonio para 1) ser una imagen de Cristo y Su esposa, y la intimidad que compartimos juntos, 2) ser placentero para ambos esposos dentro del matrimonio, y 3) para propagar la raza humana.
Ahora, tal vez tú eres como yo alguna vez fui, casado, pero yendo a la impureza sexual en lugar de tu esposa. Cuando Dios me trajo al arrepentimiento y al pie de la cruz, tuve que aprender a humillarme a mí mismo, volverme a mi esposa cuando estaba ardiendo de deseo sexual, y pedirle ayuda. Tuve que ser abierto con mi esposa y compartir con ella mis dificultades y pedirle que me ayudara.
Fue bastante embarazoso y duro en el principio cuando tenía que ir a mi esposa y decirle: “Jody, mi amor, este, ¿cómo te digo?, estoy ardiendo, estoy siendo tentado, ¿será que me puedes ayudar?
Para que quede en claro, no estoy diciendo que un esposo o esposa deban usar a su cónyuge solamente como el medio para gratificar el deseo sexual. Dios diseñó el matrimonio como una relación de dar y recibir. La intimidad física sólo es una parte de la relación matrimonial.
Un esposo tiene que aprender a conocer las necesidades de su esposa: amarla como Cristo amó a la iglesia (Efesios 5:25), tratarla con entendimiento (1 Pedro 3:7), sustentarla y cuidarla como su propio cuerpo (Efesios 5:29), y dar la vida por ella.
Del mismo modo, una esposa tiene que aprender a conocer las necesidades de su esposo: amarle (Tito 2:4), respetarlo (1 Pedro 3:7), y ser su ayuda idónea (Génesis 2:18).
La pornografía, masturbación, y cualquier otra forma de impureza sexual son intimidad falsa; nos hace egocentristas y nos aleja de la interacción y verdadera intimidad del matrimonio. Por esto, debemos pelear contra la tentación hacia la intimidad falsa o experiencias de “sexo fingido”.
Pregunta 6. ¿Por qué es importante rechazar todas y cada una de las experiencias de falsa intimidad y únicamente usar la provisión de Dios para la sexualidad?
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