Lección 27 - Repaso de Lavándonos en la Cruz
Preguntas 3 y 4
Eva vio que el fruto era deseable para adquirir sabiduría, y era “de buen aspecto”. Satanás siempre usa algo tentador para hacernos caer. Él apela a nuestros sentidos: vista, olfato, tacto, gusto y oído. Tenemos que estar alertas a estas estratagemas y tomar las precauciones adecuadas. En nuestro plan de batalla, debemos pensar en bloquear la pornografía, porque si tenemos acceso a ella cuando somos tentados, vamos a caer.
Pregunta 3. ¿Qué hicieron Adán y Eva una vez que se dieron cuenta que estaban desnudos?
Esconderse es la respuesta natural al pecado personal. Corremos y nos escondemos de Dios, sabiendo muy por dentro que estamos desnudos y expuestos a Su furia contra el pecado. Y tratamos de esconder nuestro pecado de otros temiendo lo que van a pensar o hacer.
Adán y Eva no solo se escondieron en el jardín, sino también intentaron cubrir su desnudez con hojas de higuera. Esta es la religión del hombre: intentar lidiar con el pecado y justificarse ante Dios a través del auto-esfuerzo.
Hoy, Adán y Eva entrelazaron hojas de higuera, lo cual es el equivalente a la firma de tarjetas de compromiso, tarjetas o contratos de pureza, seguir el programa, completar los pasos, hacer votos y promesas, y hacer todo lo que puedas para guardar la ley de Dios. En el calor del día, estos auto-esfuerzos se marchitarán y se caerán como aquellas hojas de higuera en el jardín.
Fíjate también en que el pecado nos hace egoístas. Después del pecado de Adán, Dios lo estaba buscando, y le preguntó: “Adán, ¿dónde estás?”. Pero luego, Adán respondió usando una palabra que él nunca había usado antes. En efecto, la usa tácitamente cuatro veces en la misma oración:
Génesis 3:10 (NVI) El hombre contestó: “[Yo] escuché que andabas por el jardín, y [yo] tuve miedo porque [yo] estoy desnudo. Por eso [yo] me escondí”.