Ahora tenemos que ir a la parte donde Dios disciplina a Adán y a Eva, porque el pecado siempre tiene consecuencias. La primera pareja fue expulsada del Jardín del Edén, y trabajo duro, sudor, espinas, parto doloroso, y muerte entraron a formar parte de nuestra experiencia humana.
Adán y Eva ahora eran esclavos del pecado (Juan 8:34). Ninguna cantidad de promesas, votos, trabajar más duro, tomar pasos, o firma de compromisos iba a sacarlos de la esclavitud. Eran esclavos del pecado, esclavos a su propia carne, desnudos y expuestos a la ira de Dios, esperando su propia muerte.
Pero, ¡Oh amigo(a)! tómate una pausa y maravíllate con lo que pasa después, porque “Dios no quita la vida, sino designa medios para que el desterrado no sea alejado de Él” (2 Samuel 14:14):
Génesis 3:21 (JBS) Y el Señor Dios hizo al hombre y a su mujer túnicas de pieles, y los vistió.
Pregunta 7. ¿Qué hizo Dios por Sus hijos que habían pecado, desnudos y expuestos, y bajo sentencia de muerte?
La Biblia no especifica cómo Dios hizo las túnicas de piel, pero algunos estudiosos de la Biblia creen que Dios sacrificó un animal, posiblemente un cordero, para así conseguir la piel para las vestiduras.
Ponle atención a cómo Dios trae Sus hijos a Él. ¿Tienen ellos temor de que van a morir? ¿Se imaginan ellos la espada de la ira de Dios cortándolos en el mismo sitio donde están parados?
Pero espera, ¡Las manos de Dios ya están untadas de sangre! ¡Miraron alrededor y con susto vieron el cuerpo sin vida de un cordero! Y luego, Dios gentilmente los acerca y los envuelve con la piel del animal sacrificado, vistiendo su desnudez, cubriendo su vergüenza. Dios no los mata; ¡Él los viste! Él los ve con tanto amor que sacrifica un sustituto en su lugar y los viste con su piel. En la ira, Dios ha mostrado misericordia (Habacuc 3:2).
¿Qué necesitaban Adán y Eva después de haber pecado? ¿Necesitaron intentarlo más fuerte o hacer promesas? No. “sin derramamiento de sangre no hay perdón” (Hebreos 9:22).
Adán y Eva necesitaban gracia; necesitaban un sustituto que muriera en su lugar, y necesitaron ver que Dios hizo que ese sustituto derramara sangre. Así fue como fueron liberados del castigo y del poder del pecado porque aquel evento apuntaba a la cruz de Jesús. ¡Así es como los cautivos son liberados!
Pregunta 8. Por favor tómate un momento y lista lo que puedes aprender cuando ves a Dios sacrificando un sustituto en lugar de Adán y Eva, y luego vistiéndolos con la mismísima piel del sustituto.
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He aquí algunas cosas en las que pensé:
Primero, nuestros intentos por cubrirnos de obras no son suficientes. Adán y Eva intentaron cubrirse con hojas de higuera para esconder su desnudez y vergüenza, al igual que nosotros intentamos trabajar para quitarnos la culpa y ganar de vuelta el favor de Dios con nuestro buen comportamiento. Al Dios cubrir a Adán y Eva con túnicas de piel, nos enseña que nuestros propios intentos por cubrirnos van a ser en vano.
Dios debe proveer la cobertura para nuestro pecado. Amigo(a), mira al Calvario y ve a Dios cubriendo tu pecado. Mira a Dios acercándote a Él y cubriéndote con la justicia de Jesucristo. Eso es Dios amándote y proveyendo por cada pecado que has cometido, cualquier transgresión, cualquier iniquidad. Allí está Dios tomando la iniciativa para restaurar la comunión contigo al vestirte con Cristo.
Cuando Dios te mira a ti, ¡Él ve el sacrificio! Cada vez que Dios miraba a Adán y a Eva, Él los veía a través de las ropas de Su sacrificio. Él recordaba que el juicio ya había sido cargado en otro para que Sus hijos pudieran vivir. Oh amigo(a), Dios te ve a través de la sangre de Jesús. ¡Él te ve y te acepta por medio del sacrificio!
¿Ves la necesidad de lavarte en la cruz? Cuando miras hacia la cruz, te ves a ti mismo poniéndote encima al Señor Jesucristo (Romanos 13:14) cuando crees la buenas nuevas, y ahora ¡estás vistiendo Su manto de justicia!
Isaías 61:10 (LBLA) En gran manera me gozaré en el Señor, mi alma se regocijará en mi Dios; porque Él me ha vestido de ropas de salvación, me ha envuelto en manto de justicia como el novio se engalana con una corona, como la novia se adorna con sus joyas.
Pregunta 9. Al cerrar esta lección de hoy, ¿qué piensas acerca del sacrificio de Jesucristo por ti?
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