Lección 4 - Batallar Contra la Carne
Preguntas 4 y 5
Ya debiéramos saber que la Biblia nunca incluye detalles si no existe una buena razón para hacerlo. La Biblia nos dice que era “el tiempo cuando los reyes iban a la guerra” cuando David, en lugar de estar en batalla, estaba caminando en la azotea observando a la esposa de otro hombre. Dios resalta un peligro particular para nosotros.
Amigo(a), ¿sabes que a menudo caemos porque estamos viviendo en la comodidad y el facilismo cuando deberíamos estar en batalla? ¿Durmiendo cuando deberíamos estar peleando? ¡Eres un soldado y deberías estar peleando! Llegará el tiempo en el que puedas descansar, ¡pero si todavía estás vivo es momento de levantarte, ponerte las botas y pelear! “¡Hurra!”
Ahora, para que no perdamos de vista nuestro primer principio fundamental, en nuestro afán de luchar, te invito a que vengas conmigo por un momento a la cruz. ¿Ves a Jesús allí colgado en la oscuridad? Él ha sido golpeado ferozmente y está sufriendo en cuerpo y alma; porque Dios ha hecho de Su alma una “ofrenda por el pecado” (Isaías 53:10), y muriendo solo, habiendo bebido la copa de la ira de Dios contra el pecado.
Pero ¿qué está haciendo Él ahí realmente? ¡Te digo que Él está ganando la batalla por ti! ¡Él está aplastando la cabeza de Satanás (Génesis 3:15) y deshaciendo sus obras! “Por esto se ha manifestado el Hijo de Dios: para deshacer las obras del diablo” (1 Juan 3:8).
Mira cómo la cruz fue la más grande victoria sobre la batalla más intensa que jamás hemos peleado:
Colosenses 2:13-15 (RVC) Antes, ustedes estaban muertos en sus pecados; aún no se habían despojado de su naturaleza pecaminosa. Pero ahora, Dios les ha dado vida juntamente con Él, y les ha perdonado todos sus pecados. (14) Ha anulado el acta de los decretos que había contra nosotros y que nos era adversa; la quitó de en medio y la clavó en la cruz. (15) Desarmó además a los poderes y las potestades, y los exhibió públicamente al triunfar sobre ellos en la cruz.