Lección 7 - La Cruz Nos Limpia

Pregunta 5

¿Ahora puedes ver lo que Jesús está haciendo en la cruz?
Él está removiendo cada mancha en ti, lavándote de tu pecado, enderezándote, haciéndote puro, Él está llevándose tu pecado y santificándote.
¡Y esta limpieza es lo que necesitamos experimentar por fe! Esto no es solo lo que nos limpia, sino que también cambia nuestros corazones. Esta imagen que hemos visto hoy es el poder de Dios para cambiarnos desde lo más íntimo (1 Corintios 1:18), cambiando nuestros más profundos deseos y pasiones.
Esto es lo que nos hará desear poner a muerte nuestra lujuria, crucificándola en el madero del Calvario, atravesándola con una espada y tirándola en el montón de pecados de esa cruz. Deja que el amor de Jesús queme tan fuerte en ti que te vuelvas violento contra tu lujuria y radical en tus planes de batalla contra ella.
Amigo(a), ¡quédate allí en la cruz y sólo mira! Lávate allí, en la fuente de lavamiento. Deja que la sangre de Jesús te perdone y te limpie. Recibe el perdón de Jesús en cada uno de tus tropiezos, de tus caídas, de cada pecado que les ha hecho daño a otros. Le hizo más daño a Jesús que a
cualquiera, pero Él te ha perdonado completamente y murió para dejarte limpio, hacerte puro, planchar tus arrugas y darte una nueva vida.
Tú eres una persona muy visual, sin duda. Por esa razón fuimos atraídos a la pornografía y a la “belleza” de la impureza. Ahora, ¿por qué no cambiamos esa imagen visual a la cruz? ¡Mírala con los ojos de la fe!, ¡saboréala!, ¡lávate en ella!, ¡porque es una fuente de lavamiento para ti!
¿Y sabes qué es lo que va a pasar? Entre más tiempo permanezcas allí, examinando la cruz, más furioso te vuelves con tu pecado, y más poder santo experimentarás para clavarle una estaca en su corazón. ¡La cruz hace que queramos batallar contra nuestra carne!
*Por supuesto, sabes que me refiero con matar el pecado, no a un ser humano. No quiero sonar repetitivo, pero tengo que recordarte que nunca y por ninguna razón debemos ser violentos hacia otro ser humano*.
Finalmente, recuerdo la aplicación práctica de Efesios 5:26-27, que se dirige a los esposos. Si tú eres un esposo leyendo esto, tu rol es amar a tu esposa tanto que morirás a la masturbación, morirás a toda pornografía, a toda impureza sexual, y te entregarás a tu esposa en amor. Tienes que lavarla en la Palabra hasta que ella experimente el poder de la cruz también. Hablaremos más acerca de esto en los días siguientes.
Este es el primer y más importante principio de libertad: Lavarnos en la Cruz. ¿Ves la importancia de ello?

Pregunta 5. ¿Qué aprendiste en esta lección y cómo la aplicarás en tu vida?

Iniciar sesión / crear una cuenta to enroll or continue where you left off.
Campo de Entrenamiento en Pureza