Lección 10 - Lavados por Jesús

Pregunta 3

Quería desesperadamente ser libre de esta destructiva forma de vivir, pero cada solución que intentaba resultaba en nada.
El mundo quería que yo mismo me limpiara y la religión quería que obedeciera estando limpio. Pero no podía hacer ninguna de las dos cosas. “Hay caminos que al hombre le parecen rectos, pero que acaban por ser caminos de muerte” (Proverbios 14:12).
¡Pero Dios me mostró que hay un Camino hacia la libertad que es efectivo y duradero! El camino que funciona, el camino que nos limpia de toda culpa, el camino que rompe el ciclo es Lavarnos en la Cruz de Jesucristo.
Jesús cambia nuestros corazones, Lavarnos en Su cruz nos hace humildes y nos libera, no sólo del comportamiento pecaminoso, sino también del amor por el pecado.
Miremos el siguiente pasaje juntos, por favor lee cuidadosamente:
Juan 13:1-17 (RVC) Antes de la fiesta de la pascua, Jesús sabía que su hora había llegado para pasar de este mundo y volver al Padre. A los suyos que estaban en el mundo los había amado siempre, y los amó hasta el fin. (2) El diablo ya había puesto en el corazón de Judas Iscariote, hijo de Simón, que entregara a Jesús, así que mientras cenaban (3) Jesús, que sabía que el Padre había puesto en sus manos todas las cosas, y que había salido de Dios, y que a Dios volvía, (4) se levantó de la cena, se quitó su manto y, tomando una toalla, se la sujetó a la cintura; (5) luego puso agua en un recipiente y comenzó a lavar los pies de los discípulos, para luego secárselos con la toalla que llevaba en la cintura. (6) Cuando llegó a Simón Pedro, éste le dijo: “Señor, ¿tú me lavas los pies?” (7) Respondió Jesús y le dijo: “Lo que yo hago, no lo entiendes ahora; pero lo entenderás después”. (8) Pedro le dijo: “¡Jamás me lavarás los pies!” Y Jesús le respondió: “Si no te los lavo, no tendrás parte conmigo”. (9) Simón Pedro le dijo: “Entonces, Señor, lávame no solamente los pies, sino también las manos y la cabeza”. (10) Jesús le dijo: “El que está lavado, no necesita más que lavarse los pies, pues está todo limpio. Y ustedes están limpios, aunque no todos”. (11) Y es que él sabía quién lo entregaría; por eso dijo: “No todos están limpios”. (12) Después de lavarles los pies, Jesús tomó su manto, volvió a la mesa, y les dijo: “¿Saben lo que he hecho con ustedes? (13) Ustedes me llaman Maestro, y Señor; y dicen bien, porque lo soy. (14) Pues si yo, el Señor y el Maestro, les he lavado los pies, también ustedes deben lavarse los pies unos a otros. (15) Porque les he puesto el ejemplo, para que lo mismo que yo he hecho con ustedes, también ustedes lo hagan. (16) De cierto, de cierto les digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió. (17) Si saben estas cosas, y las hacen, serán bienaventurados.

Pregunta 3. Juan 13:1 nos muestra la motivación de Jesucristo por hacer lo que sigue en este capítulo. ¿Cuál fue Su motivación? Por favor completa los espacios en blanco: A los suyos que estaban en el mundo los había siempre, y los hasta el fin.

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