Amigo, ¿tienes un área de tu vida en la que quieras experimentar una transformación? Puedes experimentar el cambio que deseas, pero no sucederá si tomas resoluciones, intentas controlar tu problema o te vuelves más disciplinado en tu enfoque del cambio.
Para ser transformado, debes mirar a Jesús y ver Su muerte y resurrección como la base de tu nueva vida. Cuanto más contemples a tu Salvador en Sus sufrimientos y Su gloria, mayor será tu transformación al entrar en la experiencia de la cruz/resurrección. (Romanos 6:1-10).
¿Buscas ser puro de corazón y mente? Mira a Jesús y ve cómo se ensució con tu pecado para que puedas ser limpio. Llena tu mente con todo lo que es verdadero y hermoso acerca de tu Salvador, a medida que lo hagas, no vas a satisfacer los deseos de tu carne.
¿Buscas liberarte de la gula y la pereza? Mira a Jesús y ve cómo se vació en la cruz, sufriendo hambre y sed para proporcionarte plenitud y satisfacción. Mira cómo dio Su vida para comprar la gracia que te enseña a decir no a tus apetitos y sí a la comunión con él en Sus sufrimientos.
¿Te gustaría ser libre de ansiedad y depresión? Mira a tu Salvador que entró en la oscuridad y tomó todos tus miedos y penas y murió con ellos, para que tengas una mente sana, un corazón lleno de amor, y una nueva vida de poder y autocontrol. (2 Timoteo 1:7).
¿Quieres ser libre del miedo? El miedo tiene que ver con el castigo, así que mira a Jesús y míralo castigado en tu lugar para que puedas ser perdonado (1 Juan 4:18), bebiendo la copa de la ira de Dios para que sólo haya amor para ti.
No importa cuál sea el cambio que necesitas, todo comienza mirando a Jesús.
Mike L. escribe, "Vendré a la cruz y contemplaré al cordero de Dios que quita el pecado del mundo. Más importante aún, mis pecados que lo pusieron en la cruz, los ha perdonado, no por nada que haya hecho o dejado de hacer, sino por puro amor por mí, un miserable pecador. Cuanto más contemplo a Jesús en la cruz, más me disgusta el pecado. Señor, por favor, te ruego que me lleves a tu cruz todos los días, estoy tan harto del orgullo, de la lujuria en mi corazón, de la justicia propia, estoy tan harto de mí que ni siquiera es gracioso. Señor te pido que continúes transformándome a Tu semejanza, por favor dame un odio absoluto por el pecado y por favor ayúdame a ver cuánto odias el pecado, y detestas hasta el más pequeño pecado. Hazme mirar al jardín del Edén donde el pecado de Adán y Eva fue comer sólo de la fruta del árbol del bien y del mal y eso fue suficiente para la caída de la humanidad. Señor Jesús, por favor perdóname por mis pecados y te agradezco tu perdón, en tu santo, bello y precioso nombre, ¡amén!"
Joe escribe, "Miraré lo que Jesús hizo por mí y meditaré en los versículos que dicen que estoy muerto con él al pecado y vivo con él en libertad y nueva vida. Pondré mi fe y me regocijaré en cómo tomó mi pecado sobre sí mismo y puso su justicia sobre mí. Me deleitaré en el hecho de que entregó su Espíritu para que yo pudiera caminar en su Espíritu y no gratificar la carne. ¡Le alabaré por romper el dominio del pecado en mi vida con su gracia!"
Bill escribe, "Es más que seguir algunas reglas o pasos que hago. Es más que simplemente hacer una lista de control espiritual de oración, Biblia, testimonio, compañerismo y obediencia a Dios. Es como hago estas cosas, estoy mirando a Jesús - viéndolo en todas las escrituras y recordando su muerte, entierro y resurrección. Jesús se convirtió en pecado por mí para que yo sea justo ante Dios. Allí en la Cruz, este es el único lugar donde esta transferencia puede ocurrir."
Todos los días tengo que ir a la cruz y mirar hacia arriba y ver a mi Salvador, mi amigo, mi Señor dando su vida por mí.
Padre celestial, gracias por proporcionar el camino para cambiar genuinamente y ser transformado a la semejanza de tu Hijo. Ayúdame a mirar, ayúdame a ver a Jesús allí en la Cruz. Ayúdame a entender las profundidades y el dolor de la pena que Jesús pasó por mí. Mientras miro, hazme conforme en esa misma imagen de Aquel que ama y sacrificó su vida por mí y por los demás. En el nombre de Jesús. Amén."