Lección 24 - Batallando Contra la Carne – Creyendo la Palabra de Dios

Preguntas 3 y 4

Amigo(a), tú y yo hemos estado envueltos en impureza sexual, pero hay una manera brindada por Dios para escapar de ella: es a través del continuo escuchar (leer, cantar, etc.) el Evangelio, y de hecho, creyendo que es verdad, ¡para nosotros!
El camino hacia la pureza necesita que tú y yo nos enganchemos al Evangelio, lo reclamemos como nuestro, y creyendo que es para nosotros. Esto te obliga a dejar de lado las dudas y a engancharte a las buenas noticias por fe.
Requiere que lo creas aún si otras personas se rehúsan a dejarte disfrutarlo, aún si el diablo te grita “¡no es para ti!”, aún si parece muy bueno para ser verdad, aún si piensas que no calificas.
Si vas a ser libre de la impureza sexual, tienes que creer el Evangelio y reemplazar las mentiras y verdades a medias que el mundo te ha dicho. Por supuesto, tienes que deshacerte de todo eso excepto la cruz de Jesucristo. “Pues decidí que, mientras estuviera con ustedes, olvidaría todo excepto a Jesucristo, el que fue crucificado” (1 Corintios 2:2). El Evangelio se tiene que volver todo para ti, o de lo contrario será nada para ti.
Por muchos años, cuando estaba amarrado a la impureza, era un cristiano profesado. Asistía a la iglesia, oraba, y era experto en las Escrituras. Pero, me faltaba algo esencial: creer con fe. Tenía información, pero me faltaba transformación. El Espíritu Santo no había aplicado la Palabra de Dios en mí, de manera personal; y entonces, “el mensaje que escuché no me sirvió de nada, porque no me uní en la fe a los que habían prestado atención a ese mensaje” (Hebreos 4:2).

Pregunta 3. ¿Por qué necesitas de ambos, escuchar el Evangelio y aceptarlo con fe?

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Si queremos la clase de fe que abraza el Evangelio de una manera personal, tenemos que suplicarle al Señor por ella (Salmos 34:17, 145:19). Debido a que la fe es un regalo, tenemos que buscar al Dador, y pedirle por una fe que abrace el Evangelio, lo acaricie, y que viva y muera por él.
Romanos 10:11-13 (NTV) Como nos dicen las Escrituras: “Todo el que confíe en Él jamás será avergonzado” (12) No hay diferencia entre los judíos y los gentiles en ese sentido. Ambos tienen al mismo Señor, quien da con generosidad a todos los que le invocan. (13) Pues “todo el que invoque el nombre del Señor será salvo”.

Pregunta 4. ¿Cuáles son los dos conceptos que podemos ver combinados en Romanos 10:11-13?

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