En esta lección, quiero compartir la importancia de leer con fe, de leer en una manera personal, de leer enganchándose al Evangelio, de aferrarnos a él. Vámonos a Isaías 53:
Isaías 53:1 (NTV) ¿Quién ha creído nuestro mensaje? ¿A quién ha revelado el Señor su brazo poderoso?
Hay dos conceptos conectados en Isaías 53:1: Creer el Evangelio y experimentar el poder de Dios. Creer “nuestro mensaje” está conectado con la revelación de “el brazo del Señor”, una referencia al poder de Dios. Este verso es el equivalente del Antiguo Testamento al de Romanos 1:16: “Pues no me avergüenzo de la Buena Noticia acerca de Cristo, porque es poder de Dios en acción para salvar a todos los que creen, a los judíos primero y también a los gentiles”.
También muestra la necesidad que tenemos en creer el Evangelio, porque revela el “brazo” de Dios que da un golpe poderoso a nuestro enemigo y nos libera del cautiverio de la impureza.
Isaías 53:4 (JBS) Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.
Así leo este pasaje con fe, creyendo que es verdad para mí:
Ciertamente, Jesús se llevó mi dolor. Él se llevó todos esos años de mi auto-gratificación, de vivir egoístamente, de herir a otros, los pecados hechos por mí y los que me hicieron a mí. Jesús lo quitó todo y lo llevó a la cruz.
Jesús fue azotado por Dios y en mi lugar. La cruz llevaba mi nombre; los clavos debieron ser para mí; la muerte que sufrió Jesús era mía. Él fue castigado para que yo pudiera ser perdonado. Él murió para que yo pudiera vivir. Jesús fue abatido por Dios para que yo pudiera ser levantado y sacado de mi vida en el pecado.
¿Ves cómo el Espíritu Santo nos guía a personalizar las Escrituras? Él me guía diariamente a aplicar las Buenas Noticias a mí mismo y me permite “creer el mensaje”. Él también te invita a ti. Y cuando creemos el Evangelio personalmente, experimentamos el poder de Dios. El brazo del Señor es revelado en el mensaje del Evangelio.
Ahora es tu turno. Por favor lee, pídele a Dios fe para creer, y luego personaliza el Evangelio para ti:
Isaías 53:5 (JBS) Más Él fue herido por nuestras rebeliones, molido por nuestras iniquidades. El castigo de nuestra paz fue sobre Él; y por Su llaga hubo cura para nosotros.
Pregunta 5. Por favor considera cómo Isaías 53:5 aplica a ti y luego escríbelo de una manera personal. Hazlo específico para ti y tu situación.
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