Lección 11 - Andar en el Espíritu
Preguntas 3 y 4
Lo que hemos visto en este curso es que la libertad ocurre en la cruz. En la cruz, Jesús entró a tu oscuridad (Lucas 23:44-46), con el propósito de rescatarte y sacarte de allí. “y que también nos ha librado del poder de la oscuridad y nos ha trasladado al reino de su amado Hijo, (14) en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de los pecados” (Colosenses 1:13-14). ¡Él fue clavado a la cruz para romper tus cadenas y hacerte libre!
Y ahora, a través de la muerte y resurrección de Jesús, Dios nos ha dado al Espíritu Santo. ¡Y ésta es la llave hacia la libertad!
Al principio del curso, aprendimos que recibimos el Espíritu al escuchar y creer las buenas nuevas de la cruz (Efesios 1:13; Gálatas 3:1-5). Esto fue ilustrado cuando los israelitas recibieron agua fresca cuando la roca fue golpeada (Éxodo 17:1-6).
También aprendimos la importancia de venir a la cruz diariamente y a menudo, recibiendo más de las buenas nuevas y experimentando el poder del Espíritu Santo. La cruz y el Espíritu están unidos (1 Corintios 2:2-5).
Entonces, lo que necesitas escuchar es que:
Jesús puso tus pecados sobre Sí mismo, sufrió y murió para perdonarte y liberarte.
¡Jesús te amó lo suficiente para pararse frente a las flechas de la ira de Dios y morir en tu lugar (1 Tesalonicenses 1:10)!
Jesús se volvió el “becerro” que murió por tus pecados, y el “macho cabrío” que se llevó tus pecados lejos de ti el “Día de Perdón” (Levítico 16).
Y si creemos estas buenas nuevas, el poder del Espíritu Santo nos permitirá vivir de manera diferente. Y Su poder es lo que necesitamos para ser libres.
Estaremos viendo el trabajo del Espíritu Santo el resto de esta lección. Como hemos visto antes, nuestro papel es aprender cómo andar en el Espíritu para que no gratifiquemos las lujurias de nuestra carne (Gálatas 5:16).
Fijémonos en Gálatas capítulo 5:
Gálatas 5:13-15 (RVC) Hermanos, ustedes han sido llamados a la libertad, sólo que no usen la libertad como pretexto para pecar; más bien, sírvanse los unos a los otros por amor. (14) Porque toda la ley se cumple en esta sola palabra: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” (15) Pero si ustedes se muerden y se devoran los unos a los otros, tengan cuidado de no consumirse también los unos a los otros.
Pregunta 3. De acuerdo con Gálatas 5:13, ¿a qué fuiste llamado(a) a ser?