Lección 11 - Andar en el Espíritu
Preguntas 5 y 6
Este pasaje deja en claro que los creyentes están llamados a ser libres. En el contexto del libro de Gálatas, esto significa libertad de la Ley y libertad de la esclavitud al pecado. Fuimos llamados a ser personas libres, ¡porque para eso murió Jesús!
Pero Pablo inmediatamente añade que no debemos usar nuestra libertad, comprada con sangre, para seguir pecando; ¡porque de eso es que el Espíritu de Dios nos está liberando!
Gálatas 5:16-18 (LBLA) Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne. (17) Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues éstos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis. (18) Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
El Espíritu de Dios es todo acerca del Hijo de Dios (Juan 14 al 16). Él apunta a la vida perfecta que vivió Jesús por nosotros, a la muerte de Jesús en sustitución, a la poderosa resurrección de Jesús, al ministerio continuo de intercesión de Jesús. El Espíritu es todo acerca del Hijo; entonces, si estamos andando en el Espíritu seremos todo acerca de Jesús, igualmente. Y no estaremos viviendo en auto-gratificación porque el Espíritu da poder para andar en nueva vida, libres de la gratificación a nuestra carne.
Pregunta 5. De acuerdo con Gálatas 5:17, ¿cuál es el conflicto que cada creyente experimenta?
Como creyentes tenemos un conflicto tormentoso en nuestro interior. Tenemos por un lado el deseo de la carne, la cual busca gratificarse a sí misma, y por el otro lado tenemos los deseos del Espíritu, que es crucificar nuestras lujurias. Esta batalla se librará dentro de nosotros por el resto de nuestras vidas; tendremos estos deseos compitiendo hasta el día de nuestra muerte. Ser libres en Cristo no significa que estamos libres de tentaciones. Y estos deseos de nuestra carne pueden, a veces, hacer que caigamos y que “no hagamos lo que queremos hacer”. Pero si esto pasa, venimos a la cruz y nos lavamos, y el Espíritu Santo nos levanta de nuevo para caminar otra vez en una nueva vida.